Nací en Valladolid, en el seno de una familia trabajadora. Soy la pequeña de cinco hermanos e hija de unos padres que lo dieron todo por nosotros. Mi mayor referente siempre ha sido mi madre, que trabajaba hasta 16 horas al día.

A los 7 años abrieron un campo de golf cerca de casa. Gracias a mi madre y a un tío que me consiguió mis primeros palos, di mis primeros swings. Desde entonces el golf se convirtió en mi pasión y también en mi refugio. Tuve la suerte de desarrollar pronto mis habilidades y, con apenas 8 años, gané mi primer Campeonato de España.

Con 13 años la Federación Española me concedió una beca en Barcelona y, a los 18, llegué a ser número 1 del mundo.

De esa etapa aprendí una gran lección: con disciplina, pasión y una oportunidad, se pueden lograr cosas increíbles.

Ese mismo verano viajé a Estados Unidos con mi hermano Agustín y mi madre para jugar el US Amateur y visitar universidades.

Todo iba muy bien… hasta que recibimos la peor noticia de nuestras vidas: mi padre había fallecido en un accidente de tráfico.

Mi madre, Nos enseñó que incluso en los momentos más oscuros hay que luchar por lo que se quiere. Y que, con determinación, los sueños se pueden cumplir aunque parezcan imposibles.

Os voy a contar un secreto…

Aunque estoy muy orgullosa de mis títulos, lo que más felicidad me da es ver la cara de mi madre y de mi familia cuando hablan de mis logros. Eso es, sin duda, de lo mejor que me ha pasado.